martes, 10 de abril de 2012

PASSIVHAUS (I)


El abuelo escucha al nieto sin alterarse, saltando sus ojos una y otra vez, de sus manos a los del chaval, recién licenciado, mientras come trozos de pan, carne y fruta, navaja en mano.
-Pues ahora que soy arquitecto abuelo, voy a dedicarme a la arquitectura bioclimática, a la passivhaus, un movimiento que está en auge ahora.
El abuelo, mueve el trasero sobre la silla, acomodando sus pantalones de pana y colocando los pies sobre el suelo caliente, gracias a la gloria, ese invento medieval que hace pasar el calor de la chimenea bajo el pavimento de la casa centenaria.
-Se trata de aprovechar al máximo la orientación de los edificios y mediante sistemas que no requieran energía, dotar a las casas de aprovechamiento máximo y perdidas mínimas.
El abuelo, mira a su nieto sin alterar el gesto y vuelve su cabeza sonriendo hacia el mirador acristalado de su casa norteña, orientado al sur, como siempre hicieron sus ancestros, dejando que el sol riegue su hogar y caldee el ambiente.
-Cierra la ventana hijo, parece que refresca.
-Se trata abuelo, de hacer nuestras casas lo más estancas posibles, de aislarlas del exterior- dice el chaval mientras cierra el postigo metálico- de no dejar que se vaya la energía del interior para no tener que gastar.
El abuelo mientras escucha, sigue comiendo y distraídamente tira un hueso que el viejo perro coge al vuelo, sin moverse. Más tarde guardará los restos para dárselos a los guarros y probablemente ponga a secar las pipas de esos tomates tan jugosos. Serán una buena cosecha el verano que viene.
-También hay que hacer labores de reciclaje, por supuesto, aprovechar el agua de la lluvia, reutilizar el agua de los lavabos para las cisternas..en fin cosas que en tu época no se hacían y que ahora necesitamos.
El abuelo que cada día se lava la cara con agua "llovida" de la que recoge en los calderos de la terraza, y que no ha reflexionado sobre esto más allá de sus abluciones diarias en la palangana y la jofaina, que luego utilizaba para regar las plantas del porche, entiende vagamente, pero le queda lejano todo aquello que le cuenta su nieto. Pero si ellos vivieron tan mal en su época, que tenían que alojarse en los pisos altos para que el calor de los animales, alojados en la planta baja, les aprovechara un poco.
O eso cree.
Y es que en las costumbres de nuestros mayores, en la arquitectura y hábitos centenarios, milenarios, encontramos muchas de las respuestas a lo que ahora llamamos pomposamente bioclimático, ecológico, sostenible y quien sabe cuántos epítetos más.
La passivhaus, un estándar de arquitectura que aspira al consumo casi nulo de energía de la edificación, tiene sus premisas en unas muy sencillas reglas básicas entre las que podemos resumir:
-Mayor capacidad aislante de la envolvente, muros, fachadas y suelos al exterior o en contacto con el terreno.
-Mínimas perdidas e infiltraciones de aire y temperatura en la envolvente.
-Mayor capacidad aislante y de estanqueidad de los huecos, puertas y ventanas.

Y es que si analizamos las casas de nuestros mayores en muchos casos podemos apreciar cómo, sin hacer un mundo de ello, ya construían anchos muros de piedra, que dotaban al hogar de gran inercia térmica (menos perdidas), aprovechamiento de la orientación al sur de los ventanales y huecos de fachada, minimizaban las ventanas a Norte, colocaban las estancias de día al sur, hacían bodegas enterradas o semienterradas, utilizaban el calor del fuego y del aire calentado por él en las glorias.
Desgraciadamente, también tenían carencias en la dificultad para darle estanqueidad a esos muros, o para minimizar las perdidas por sus ventanas, que por aquellos años no tenían la capacidad tecnológica de la que disponemos hoy.

En según qué climas, puede incluso llegarse a prescindir de elementos de climatización sin perder calidad.
Y por mi parte me permito añadir algunas normas básicas para ello:
-Si estás en casa en camiseta en invierno, algo haces mal.
-Si tienes la calefacción encendida mientras hay una ventana abierta, algo haces mal.
-Si hay una luz encendida en una habitación donde no hay gente, algo haces mal.
-Si tienes algún aparato encendido mientras no lo usas (fuentes ornamentales, iluminación estética, led de aparatos en stand by,...) algo haces mal.
Os dejo un video muy didáctico sobre ello:









No hay comentarios:

Publicar un comentario