martes, 15 de mayo de 2012

Andamios, patíbulos y otras formas de suicidio

Salgo cabizbajo de la panadería, mientrás sigo oyendo detrás mio como ese pintor, palillo entre los dientes, echa pestes de aquellos que decidieron que en las obras se ha de llevar casco y los condena al fuego eterno, convertido en andamio veraniego, soleado y perpetuo, casco incluido.
En los últimos veinte años, trabajando en las obras he presenciado un importantisimo avance en la toma de medidas para evitar accidentes laborales..
Afortunadamente.
Sé, que nuestro sector, es en el que mayor numero de accidentes suceden, y no es menos cierto que es en el que hay una mayor atomización del sector en millones de empresas y una menor cualificación de empresarios y trabajadores.
En las grandes y medianas empresas se ha avanzado hasta niveles razonables de prevención, aunque siempre hay que insistir y mejorar en este asunto.
Pero, (ay) en las pequeñas obras, en esas que la comunidad de propietarios realiza con esa pequeña empresa, con ese autónomo que aporta sus propios medios auxiliares, sin un técnico que realice las labores propias de coordinación y control...pasan cosas como esta :
Barroca e imaginativa construcción de una plataforma de suicidio
Y otras mucho peores. Creen estos alegres operarios o su jefe si es que lo tienen, o ambos, que ganan tiempo o quizá dinero organizando semejante torre de babel para alcanzar el tajo. Lamentablemente no tengo cuerpo de hacer bromas con esto.

Y ninguno de ellos parece estar convencido de que los que se rompen la crisma no son iniciales en un titular. Son personas. Pueden ser ellos.
Nota del arquitectador: Desgraciadamente, esto puede verse cada día. Podría decir que las condiciones del trabajo actuales son las que provocan estas situaciones. Pero os diré la verdad. Esta foto la hice yo mismo (tuve que parar mi coche) en el año 2001. En pleno auge de la construcción.
En nuestro sector si algo hace falta es la concienciación de todos.

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